Un producto único en el mundo por su naturaleza necesitaba hacerse conocer en los lugares de mayor tráfico en el mundo.
Se analizaron las necesidades estratégicas de la comunicación de la marca, advirtiendo que el mensaje no podía quedarse sólo en los ecuatorianos.
Se analizaron los lugares, momentos y espacios que lograran reunir la mayor audiencia global. No solo por el impacto directo, sino por la capacidad de convertir la acción en contenido de valor.
Se desarrolló un modelo de negociación y activación del mensaje con la compañía global que manejaba los espacios, especialmente en Time Square.
Un elevado ROI por las audiencias alcanzadas, por la notoriedad del mensaje y el freepress alcanzado en medios locales e internacionales.